MARATONA DE LOS DOLOMITAS 2021, LOS SUEÑOS SE ACABAN CUMPLIENDO
Dos años esperando. Demasiado tiempo. Y luego la incertidumbre. ¿Se podrá hacer un evento de 6.500 ciclistas en mitad de una pandemia?¿Cómo? Pero si algo tiene la Maratona de los Dolomitas es una organización exquisita. En marzo el mail más esperado, el que confirmaba que todo estaba listo para la Maratona de los Dolomitas 2021. Emoción como si fuese la primera vez. Otra vez en marcha.
Y es que el viaje a Dolomitas es quizás el más especial para la familia Ciclored. Por el entorno, por el trato de la organización y de los hoteles Tablé y Sassella, por el ambiente y por las sensaciones que podemos vivir junto a los 30 ciclistas que pedalean con nosotros eso días. Nos da tiempo a sufrir, a disfrutar, a comer, a vivir en un ambiente que creíamos que jamás volvería. Y volvió, vaya que si volvió.
Las diferencias entre la Maratona de 2021 y la de 2019 no fueron demasiadas. Un test de antígenos para los no vacunados. Un rato con la mascarilla en salida y en meta. Dos mil participantes menos y una pulsera que te permitía el paso a todos los servicios. Avituallamiento, comida final, feria… Por lo demás, cicloturismo de calidad y sonrisas. Porque si algo tiene Dolomitas es que te hace sonreir en cuanto dejas Bolzano y enfilas hacia Val Gardena. Entre esas piedras y con una bicicleta solo se puede ser feliz.
MARATONA DE LOS DOLOMITAS
Durante quince días seguidos la previsión meteorológica daba diluvio para el 4 de julio, el día de la Maratona de los Dolomitas. Litros y litros de agua. Así que en todos los mails un consejo, ropa de abrigo e impermeable. Y dejar de mirad el parte hasta justo el día anterior. Que esto es la alta montaña y cambia de un minuto a otro. Y si no que se lo digan a los organizadores del Giro este año…
El día antes amaneció con un sol radiante. Desayuno en el Hotel Tablé (lo que os habíamos echado de menos) y a Badia a por los dorsales. Pasaporte Covid, test de antígenos y a partir de ahí, todo igual. A sudar un poco subiendo Val Gardena y disparar las primeras fotos-postal-postureo-envidia-instagram-fotodeperfildelwhastapp. Eso que había que aprovechar el sol por si acaso mañana llovía.
Para esa hora la organización ya nos había enviado un mensaje a los móviles con el parte del día siguiente. Vamos, que iba a hacer fresco, se sale a las 06.30 en mitad de los Dolomitas, lo normal, pero que hasta las 12:00 no llovía nada. Sonrisa de oreja a oreja, pese a que se pasó toda la noche jarreando. En el briefing, los consejos para el día siguiente. Abrigados de salida y con el chubasquero y los guantes siempre a mano. Si la cosa va bien, en el kilómetro 55 podemos dejar ropa a Héctor y afrontar Giau, Valparola y Muro del Gato ligeros de peso.